Para este proyecto de rebranding, trabajé a partir del logotipo original de la masía, una construcción de 1648, reinterpretándolo con un lenguaje visual más contemporáneo. El nuevo símbolo mantiene la esencia histórica del lugar, adaptado a la identidad de un hotel de cuatro estrellas con encanto.
Desarrollé un sistema gráfico coherente aplicable a distintos soportes: trípticos, página web y etiquetas para su vino de producción propia.
El resultado es una identidad visual equilibrada entre tradición, elegancia y modernidad.
Directora creativa.